Debes de tener algún tipo de entrenamiento en la aplicación aérea. Este trabajo ya no consta de pilotos que vuelan imprudentemente. Hoy en día, los fumigadores aéreos tienen habilidades en el manejo de la aeronave utilizada para la fumigación así como los equipos auxiliares utilizados, procedimientos de emergencia y una comprensión de cómo el clima afecta su trabajo. Estos entrenamientos toman de tres a cuatro semanas para los pilotos experimentados o de cuatro a seis meses para las personas sin experiencia previa.

Debes utilizar una aeronave diseñada para la fumigación. Las primeras naves aéreas de fumigación fueron aviones militares diseñados durante la década de 1950. Hoy en día, esta aplicación aérea se puede realizar con planeadores y helicópteros, así como aviones que ofrecen una excelente visibilidad para el piloto. Estos aviones tienen una mayor capacidad de carga, una mayor velocidad de pulverización y mantienen los productos químicos fuera de la cabina. Además permiten despegues y aterrizajes cortos.

• Algunos aviones de fumigación también pueden ser utilizados para arrojar agua sobre incendios forestales y matorrales. Estas aeronaves se encuentran en zonas propensas a los incendios forestales.

Elige los productos químicos y el sistema de distribución correctos. A pesar que se llama “dusting” (polvoreando), la mayoría de las aplicaciones aéreas utilizan plaguicidas o fungicidas líquidos ya que son más precisos que los productos en forma de polvo. Los brazos y las boquillas de fumigación ayudan a entregar el producto de manera eficiente. Algunos aviones están equipados con boquillas variables y computadoras a bordo para controlar la dispersión de los productos químicos y reducir la dispersión del rociado al mínimo.

• Los químicos en polvo se utilizan principalmente en la aplicación de pesticidas a base de azufre en los melones. Los aviones que aplican estos plaguicidas están equipados con difusores y con alas alargadas de metal con canales para guiar la dispersión del polvo.
• Ciertos productos químicos utilizados en la fumigación han sido implicados como causantes de cáncer y otras enfermedades. Aunque el arseniato de plomo se uso en la primera cosecha en el 1921, se cree que los compuestos de arsénico son la causa de la enfermedad Bowen, una forma de cáncer de piel.

Debes saber cuándo aplicar los químicos. Cuando los cultivos se espolvorean estos químicos tienen un impacto en el rendimiento de la cosecha. Por ejemplo, el maíz se espolvorea durante la etapa de polinización para aumentar su rendimiento.

• El clima tiene un impacto sobre cuándo se pueden aplicar los productos. Los fuertes vientos pueden afectar la dispersión de los químicos, así como la capacidad del piloto para volar el avión. La lluvia puede lavar los químicos antes de que estos tengan la oportunidad de trabajar.